Requiem.

8.3.09

¿Y si mudamos la piel?
¿Y me visto de sol?

Desnudo el cuerpo.
El aire que recorre caminos de piedra.
¡Intactos tal vez!

Me arrastro.
Y dejo entre hojas y sal.
Rastros de piel quemada.

¡Casi hipnótica sensacion de vivir!

¿Y si hoy tengo ganas?
Los sueños ya se me atoran.

No es loable despedir de brazos cruzados a mi memoria.

¡Haiku para mi muerte!

¡Requiem por un hombre que se levanta!

No se pudo matar al hombre muerto.

Galope Muerto (Mi respuesta a Neruda)



Miramos tras nuestra sombra.
A manostasos de ciego guiamos nuestra inocencia.

¡Perdida!

Como nuevos vientos.
En manos intolerantes.
¡Y nos escondemos como culpables!

El perdón hoy es pan de idolatras.

Lastima.
Si lo que nos unía era tan débil como un palpito.
De esos agónicos.
Punzantes.

El amar entonces como utopía.
¡Y el placer como negación de los humano!

Es todo tan extremo.

Los matices hoy no exorcisan.
No cubren como velos de paz.

En barcos de melancolía se van nuestras vidas de ayer.

¡Y todo es tan extremo!



Unas gotas caen.







Y afuera lloran almas tratando de alejarse de este suelo.







¡Y aquí nosotros!

Amando.




¡A galopes muertos!

____________________________

Que la Poesía sirva en su justa medida como Padre y Madre.
No como Puta hirviente que llena nuestro pomposo buche, solo con el fin de entronar nuestros caídos culos en el olimpo de la fanfarrona intelectualidad.

(Mi respuesta a Neruda)

¿Sueño?



Hoy soné que el tiempo tenia alas.
Y que volar era respirar.

Pero despierto.
Y apenas siento pena por los que caen.

¡No es justo!
Pero...

¿Qué que es justo?

Si la justicia de nuestro suelo no tiene labios.
¡Nada es justo!

Y solitario entonces me perdono todo pecado fuera de mi boca.

No es culpa de mis manos el torcer destinos amargos.
Y vuelvo a cerrar los ojos.

Y sueño que el infierno esta fuera de mi ventana.
¡Y quema!
De dolor y angustia quema.

Y no perdona.
¡Y que hace dos mil años se encuentra ahí mismo!
Que me muevo a diario sobre sus praderas de mil cruces.

¡Que nací de su vientre impuro!

Entonces despierto.
Y me doy cuenta de que en realidad el infierno esta fuera de mi ventana.
¡Y quema!

Tal como este par de lágrimas.
Cada vez que abro los ojos.

El Buen Combate.


Despierto.

Y de pronto cae el cielo sobre mi memoria.

Sobre mis manos ambiguas y temblorosas.

Lanzas de fuego corren delante mio.
No me muevo.
Temeroso de lo que pueda ser ...

¿Un aviso?
¿Un reclamo?

Ruido de bestias corriendo en masa.
Allá afuera.
En el horizonte donde no alcanzo la vista.

¡Ruido enfermo con gusto a sangre!

Y mi cama tiembla.
Mi corazón se apresura.
En instantes estoy de pie.

¡Es a mi a quien buscan!
Lanzeros y bestias en mi ventana.

Gritos de tierra y sangre.


¿Dios, estás a mi lado?
Respiro y entiendo.

Estoy solo.




¡Y que si me lanzo contra este batallon de miedos!
Arriesgo solo rasguños.

La Carne es solo eso. Podredumbre.


Me visto de fe.
De fe en mi y en estas manos creadoras.
De fe en el amor que circula dentro de mis ojos.
Recordándote.
Recordándolos.

Jardines del pasado.


Y como animal en gritos desesperados corro hacia lo que no conozco.
A manotasos.
Música en mi cabeza.
Y gritos de hombres y miedos que caen por mi brazo certero.

Bañado en sangre ajena.
En medio del páramo sembrado de horror.
Me miro.
Me reconozco.

¡Es nuevamente el buen combate!

¡Logre vencer!

Por mi.
Por mi mundo.
Por ti.

¡Vientre de niña dulce!
Que jamas permitiste derramar una lágrima en vano de mis ojos.
Que curaste mis heridas.

¡Por ti!
Vientre de niña dulce.

Que supiste entregar paz en cada tacto.
En cada beso.
Y que con la humildad del sabio.
Nunca esperaste respuesta.

... Nunca pediste respuesta ...




El guerrero hoy descansa.
En el lugar donde no existe mas nada que su creación.

Un solo ser.
Aumentándose de vida.


De infinito amor.