
memoria demente.
segundos de aqui al cielo han pasado ...
y sigues apuñalando la herida.
dulce en mi lengua saben los recuerdos ...
tu imagen desnuda tras un cristasl opaco
y sin mas vida que la que yo, en mi ociosidad,
le doy como pago de putas.
iluminas de pronto como vidrio en mis ojos.
te veo tal y como naciste ebria a mi lado.
risueña y agonizante de extasis.
luego culposa por lo cruda que se vuelve la realidad
cuando despiertas de sueños de algodon y piel en sudor.
con lagrimas en los labios ... me besabas.
la noche bajo los arboles.
el misticismo y la magia absoluta salia de nuestros labios.
aura brillante envolvia el espacio en el que rosabamos nuestras manos.
la miel de tu pelo.
y notando que el tiempo se nos acababa ... en besos golpeamos nuestro rostro.
y de la mano la noche nos cubrio de lo real.
en juegos de niños nos confesamos.
y solo la luz del tiempo nos detuvo de entregarnos en paz a la pequeña muerte.
solo reiste.
y juntos nuevamente nos escondimos de todo.
antes de irme ... me besaste.
y te sigo viendo bella.
esta vez absolutamente fuera de tu vida.
dulce y tibio fue el romance.
hoy este cristal opaco al que le doy vida,
es lo unico que trae de vuelta tu inocencia desnuda.
tus ojos.
(Pintura: Montmartre, Vincent Van Gogh)
segundos de aqui al cielo han pasado ...
y sigues apuñalando la herida.
dulce en mi lengua saben los recuerdos ...
tu imagen desnuda tras un cristasl opaco
y sin mas vida que la que yo, en mi ociosidad,
le doy como pago de putas.
iluminas de pronto como vidrio en mis ojos.
te veo tal y como naciste ebria a mi lado.
risueña y agonizante de extasis.
luego culposa por lo cruda que se vuelve la realidad
cuando despiertas de sueños de algodon y piel en sudor.
con lagrimas en los labios ... me besabas.
la noche bajo los arboles.
el misticismo y la magia absoluta salia de nuestros labios.
aura brillante envolvia el espacio en el que rosabamos nuestras manos.
la miel de tu pelo.
y notando que el tiempo se nos acababa ... en besos golpeamos nuestro rostro.
y de la mano la noche nos cubrio de lo real.
en juegos de niños nos confesamos.
y solo la luz del tiempo nos detuvo de entregarnos en paz a la pequeña muerte.
solo reiste.
y juntos nuevamente nos escondimos de todo.
antes de irme ... me besaste.
y te sigo viendo bella.
esta vez absolutamente fuera de tu vida.
dulce y tibio fue el romance.
hoy este cristal opaco al que le doy vida,
es lo unico que trae de vuelta tu inocencia desnuda.
tus ojos.
(Pintura: Montmartre, Vincent Van Gogh)